martes, 8 de abril de 2008

EL ESCRITOR ES EL ESTILO








Danilo Kiš

La Enciclopedia de los muertos

El Aleph, 2002









Danilo Kiš es un escritor de origen yugoslavo y ascendencia judía cuyo prematuro fallecimiento ocurrido en 1989 truncó una meteórica carrera litararia no tanto por el número de ventas de sus libros cuanto por la creciente repercusión internacional de una obra elogiada por Joseph Brodsky, traducida en la actualidad a más de veinte idiomas y comparada con la de Italo Calvino, Borges o Bruno Schulz. No resulta en absoluto superfluo mencionar también que Danilo Kiš tradujo a su lengua materna a autores de la talla de Baudelaire, Verlaine, Queneau o Alexander Blok.

Los nueve relatos que contiene La enciclopedia de los muertos están de una u otra forma relacionados con la muerte. Pero no se piense que por ello el tono general del volumen sea necesariamente fúnebre o siniestro. Tal y como el propio autor advierte en el Post Scriptum se trata de "variaciones" en torno a textos religiosos y profanos de diversa procedencia -desde el Corán a una leyenda gnóstica pasando por los Protocolos de los Sabios de Sion- de tal manera que "este libro podría llevar el subtítulo de 'El diván occidental-oriental', en un contexto claramente irónico y paródico". Así, el lector se puede encontrar una heterodoxa parábola cristiana (Simón el Mago), la desconsolada plegaria por una puta (Honores fúnebres), el relato de una resurrección (La leyenda de los siete durmientes), un atroz episodio espiritista (El espejo de los desconocido), una fábula con moraleja (La historia del Maestro y del disípulo), una ambigua historia de heroísmo (Es glorioso morir por la patria), un enjundioso ensayo convertido en ficción (El libro de los reyes y de los tontos) y finalmente una documentada crítica a la crítica indocumentada (Sellos rojos con la efigie de Lenin).

"Uno no puede llevar su biblioteca personal sobre la espalda como un caracol. La única biblioteca personal del hombre es la que permanece en su memoria: la quintaesencia, el residuo" pag. 148

En cuanto al relato que da título al libro -el más destacado del conjunto a pesar del tópico recurso final del sueño- es una claustrofóbica y minuciosa pesadilla en torno a una enciclopedia recóndita, recopilada por una "extraña casta de eruditos", con innegables resonancias borgianas (Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, La biblioteca de Babel, Del rigor de la ciencia):

"La historia es para el «Libro de los muertos» la suma de los destinos humanos, un conjunto de acontecimiento efímeros. Por esta razón está reseñada cada actividad, cada pensamiento, cada soplo creador, cada cota inscrita en el registro, cada pala de barro, cada movimiento que haya desplazado un ladrillo de los muros derrumbados" pag. 63

Lo primero que llama la atención al lector es la supremacía de un estilo elegíaco, discursivo, poderoso y subyugante que se enseñorea de la escritura desde la primera línea dejando al hilo narrativo en un segundo plano lo cual paradójicamente no resta un ápice de interés a los relatos. En uno de los ensayos del libro Homo poeticus (1983) Danilo Kiš realizó la siguiente declaración de intenciones: "El argumento de mis libros es, para citar a Nabokov, el estilo. O viceversa: el estilo de mis libros es su argumento". Y es que como ya dejó dicho Juan Benet, citando a Buffon: "El estilo es una plataforma superior sobre la que descansa el lenguaje. El estilo es sobre lo que puedes trabajar. Con el lenguaje apenas puedes hacer nada. Las palabras te vienen dadas por el uso y entonces es una cosa común a todos. El escritor, en definitiva, es el estilo" (1).

"Sordos, el oído sellado por el plomo del sueño y la pez de la oscuridad, yacían inmóviles, ensimismados ante la tinieblas de su ser, tinieblas del tiempo y de la eternidad que había petrificado su corazón de durmientes, que había detenido su aliento y el movimiento de sus pulmones, que había helado el rumor de la sangre en sus venas" pag. 76

Por su acusada inspiración "libresca", la índole metaliteraria y el caracter de palimpsesto de los relatos que forman La enciclopedia de los muertos, se podría aplicar al escritor balcánico la disuasoria etiqueta de "escritor para escritores". Sin duda sería más acertado definir a Danilo Kiš con el pleonasmo "escritor para lectores". Para lectores, eso sí, con buen gusto.

"La historia la escriben los vencedores. El pueblo teje las leyendas. Los escritores imaginan. Sólo la muerte es innegable"

Tan sólo resta apuntar un pequeño descuido en la por lo demás brillante traducción de Nevenca Vasiljevic: en el relato La Enciclopedia de los muertos aparece varias veces el término "geómetros" (¿?) donde debería decir cartógrafos. Es una lástima que la exquisita prosa de Danilo Kiš se vea enturbiada por una errata que se podría haber evitado con una simple revisión del texto previa a su publicación. Confiemos en que se cuiden estos detalles en la edición de su obra completa que está llevando a cabo El Acantilado.


Hasta pronto


(1) Juan Benet, Cartografía personal, pag. 146

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