domingo, 9 de marzo de 2008

UN PERVERSO CUENTO DE HADAS









Ray Bradbury

La feria de las tinieblas

Minotauro, 2001









El escritor estadounidense Ray Bradbury fue galardonado en el año 2006 con el VI Premio Reino de Redonda "por sus extraordinarias narraciones fantásticas, en las que confluyen una inventiva tan original como poética, un profundo talante humanista y un desacostumbrado romanticismo" y nombrado Duke of Diente de León en la peculiar nobleza redondina que reúne entre otros a Lobo Antunes, Almodovar, Coetzee, Sebald, Coppola, John Ashbery o Anthony Beevor. Desde este blog nos hemos propuesto recuperar su obra, buena parte de la cual lamentablemente no se encuentra a disposición del lector sino en librerías de viejo.

Publicada en 1962, La feria de las tinieblas (cuyo shakesperiano título original Something Wicked this Way Comes procede de Macbeth y literalmente significa "Algo terrible se avecina") cuenta la historia de dos adolescentes, Jim Nightshade y Will Halloway, unidos desde su nacimiento por una ominosa coincidencia -"Todos los años Will encendía las velas de una única tarta, un minuto antes de medianoche, y Jim las apagaba soplando un minuto después, cuando empezaba el último día de octubre", no en vano víspera de Todos los Santos- que tras enfrentarse a la siniestra atracción que una feria sobrenatural ejerce sobre ambos "ya nunca más fueron tan jóvenes..." Es decir, una especie de Bildungsroman -o novela de aprendizaje- del género fantástico.

El padre de Will -"Charles Halloway, ciudadano, padre, marido introspectivo, vagabundo de la noche y guardián de la biblioteca"- ejerce el papel de "guía turístico" en este portentoso viaje a la madurez salpicando el camino con certeras reflexiones en torno al ser humano:

«
En algún momento dejamos caer la garra del gorila. En algún momento dejamos de lado los dientes del carnívoro y nos pusimos a mascar hierba. Metimos tierra junto con sangre en nuestra filosofía, durante muchas generaciones. Desde entonces nos hemos situado a nosotros mismos bastante por encima del mono, pero muy por debajo del ángel (...) Y en definitiva ¿qué somos? Criaturas que saben, y que saben demasiado» pag. 204-205

«Un hombre, una mujer, antes de separarse o matarse prefieren hostigarse toda una vida, tirándose de los pelos, sacándose las uñas. El sufrimiento ajeno es como una droga que ayuda a vivir» pag. 212

Ray Bradbury recupera en este libro al Hombre Ilustrado, personaje que había utilizado con anterioridad en una colección de relatos del mismo nombre. Aquí el Hombre Ilustrado -así denominado porque su cuerpo está cubierto de enigmáticos tatuajes, nada que ver con Diderot o Voltaire- tiene por nombre Dark y es propietario de la feria ambulante "El Pandemonium de las Sombras" que presenta entre otras las siguientes atracciones: ¡LA MUJER MÁS HERMOSA DEL MUNDO!, ¡MEFISTÓFELES, EL BEBEDOR DE LAVA! ¡EL HOMBRE ELÉCTRICO! ¡EL MONSTRUO MONTGOLFIER! ¡MADEMOISELLE TAROT! ¡EL HOMBRE COLGANTE! ¡EL DEMONIO GUILLOTINA! ¡EL ESQUELETO! ¡LA BRUJA DEL POLVO! Sin olvidar un carrusel para viajar en el tiempo y el insondable laberinto de espejos. Una sugestiva oferta ¿no les parece?

En ocasiones se enseñorean del relato los fenómenos de feria -criaturas aberrantes, sí, pero también prodigiosas, más dignas de lástima que de escarnio (y de pronto se viene a la memoria la turbadora Freaks de Todd Browning). Quién sabe si un monstruo acaso no produce espanto o fascinación tanto por su deformidad cuanto por el asombroso parecido que guarda con el tipo que nos es dado contemplar cada mañana en el espejo.

Atendiendo al carácter fantástico y a la sencilla complejidad de su argumento, parece legítimo situar La feria de las tinieblas en el territorio de la literatura juvenil -y bien mirado algo tiene de perverso cuento de hadas- aunque el singular estilo de Bradbury entre pueril y bizarro, entre alegórico y zumbón, permite que su lectura pueda ser disfrutada a cualquier edad.

«Una feria ha de ser toda gruñidos, rugidos, ruidos ensordecedores de maderas amontanadas, sacudidas y golpeadas, explosiones de polvo de león, hombres animados por la furia del trabajo, botellas descorchadas, caballos desbocados, una estampida de máquinas y elefantes a través de lluvias de sudor, mientras las cebras relinchan y tiemblan como jaulas encerradas en jaulas» ..pag. 61

El libro contiene un esclarecedor epígrafe extraído de Moby Dick que cabe considerar asimismo como una moraleja anticipada: "No sé todo lo que puede venir, pero de cualquier modo, iré hacia eso riendo"


Hasta pronto

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